01 Apr El diseñador que crea marcas
01 Apr
El comunicador visual en la actualidad, más que un ser creativo es un individuo con la capacidad de relacionarse con otras disciplinas sociales, en la búsqueda de soluciones efectivas, adaptadas a la conducta y estilo de vida de cada proyecto en particular. También tiene las aptitudes para gestionar, vender y promocionar emprendimientos en el sector de productos y servicios, los cuales en los últimos años en Venezuela han tenido un auge significativo.
Vivimos en una era globalizada, donde no hace falta asistir a un aula de clases para saber manejar un programa de computación, todo está al alcance en Internet. A su vez, es preocupante que en profesiones como la del diseño gráfico, cada vez son más mecánicas que creativas, la curiosidad y la capacidad autodidacta del ser humano no se juzga pero si su capacidad de formación. No todo lo ofrecerá una carrera universitaria, ni tampoco todo lo ofrecerá una formación a través de sitios no especializados.
Este fenómeno ha hecho que muchos diseñadores especialistas como Jorge Frascara (2000), se preocupen por la calidad de la educación en diseño que se está impartiendo en la actualidad, pueden tener los mejores equipos tecnológicos, los mejores programas de diseño, pero si al alumno y futuro comunicador visual, no se le exige el pensamiento creativo racional, se estará limitando la profesión a una aplicación mecánica de información y en algún momento, cualquiera podrá ser diseñador, pero no todos serán comunicadores visuales eficientes.
Frascara, hace énfasis en el papel del diseñador actual ante un mundo cada vez más exigente, “El diseñador de comunicaciones visuales es responsable por el desarrollo de una estrategia comunicacional, por la creación de los elementos visuales para implementarla y por contribuir a la identificación, a la creación de otras acciones de apoyo destinadas a alcanzar los objetivos propuestos, es decir, la creación de esa realidad deseada”.
Una marca es una señal cualquiera que identifica y diferencia a un objeto, animal o persona. Entendiendo que el proceso marcario es un proceso intencional y cuyos fines dependerán de los objetivos que la marca promueve en sí, en su mayoría las marcas son asociadas a las funciones directas que estas representan y a su vez, es imprescindible que los signos que conforman la marca se manejen dentro del mismo universo de códigos lingüísticos que sus receptores, pues una marca responde a necesidades socio culturales de identificación entre servicios, organizaciones y en especial, personas. En Venezuela, el diseño de marcas tiene su origen como oficio desde el primer contacto con civilizaciones Europeas ya que las necesidades comerciales dentro de la sociedad colonial dieron paso a la creación de diversos signos marcarios.
En una entrevista personal realizada a Jose Jose Villamizar, autor del libro Venezuela CMYK (considerado la referencia más completa sobre la historia de marcas en Venezuela), se le cuestionó sobre ¿cómo es el diseñador que crea marcas?, a lo que este respondió: “El diseñador que crea marcas es aquel que investiga la necesidad de su cliente y llega a entenderla. Es aquel que con argumentos orienta y educa a su cliente, aquel que se abre a sus ideas y las evalúa. Aquel que considera a la competencia y público objetivo. Aquel que sabe a quién debe dirigirse y procura su persuasión. Aquel que tiene conocimiento de los criterios para su creación y fundamenta el diseño considerando cada uno de ellos. Aquel que define un concepto previo al proceso de bocetos. Aquel que boceta a lápiz hasta llegar a la idea oportuna. Aquel que diseña para el cerebro y no persigue tendencias…”
En la actualidad, no existe en la ciudad de Mérida, en términos de diseño, un elemento que reúna y permita conocer y analizar las propuestas de marcas de las empresas de productos textiles de la región, tomando en cuenta que la creación, diseño y gestión de sistemas de identidad es una de las áreas de la comunicación visual con más demanda, en especial, por los altos índices de emprendimientos que en Venezuela y en la ciudad de Mérida, se han presentado en los últimos años.
A través de recursos comunicacionales, se pueden recopilar y registrar las marcas más importantes de productos textiles en la ciudad de Mérida, en las cuales los comunicadores visuales han influido y aportado sus conocimientos para el éxito de las mismas. Y así, iniciar el registro contemporáneo del diseño de comunicaciones visuales en la región, un tema del cual muchos hablan, pero formalmente muy pocos se dedican a estudiar, analizar y finalmente dejar un registro importante para la posteridad que contribuya de manera directa a la promoción y difusión.
La ausencia de el elemento informativo sobre las marcas en Venezuela en la actualidad, específicamente en la Ciudad de Mérida, afecta de manera directa el proceso de creación de las mismas, en especial a los diseñadores y gestores de marcas ya que, al no haber un registro formal que promueva y promocione las marcas existentes y todo lo que una marca involucra, el comunicador no llega a tener la suficiente información sobre lo que en los últimos años se ha venido desarrollando en esta área, para así determinar lo necesario para posicionar y diferenciar sus creaciones en un mercado que está en constante evolución.
Mérida, es una ciudad donde los emprendedores abundan, en vista de la poca competencia que existe y la ausencia de grandes establecimientos de franquicias nacionales o internacionales, sumado todo esto a la gran y constante capacidad creativa que emerge de la Universidad.
Al hablar de emprendimiento muchos piensan que es un fenómeno actual, pero no es así, el ser humano siempre en su búsqueda constante de generar actividades que le satisfagan económica o personalmente, ha desarrollado diversos tipos de acciones que, aunque con distintos fines lucrativos o no, son parte de una estructura de actividad particular.
Al respecto, muchos autores expertos en el área han hablado de esto, como Morris (1998), Shane (2003), Venkatamoren (2004) y Kuratko (2008). Siendo la definición de este último la que, por incorporar el factor creativo en su definición, considera que el emprendimiento va más allá del ejercer una actividad comercial, sino que es “un proceso dinámico de visión, cambio y creación. Este requiere una aplicación de energía y pasión, a través de la creación e implementación de nuevas ideas y soluciones creativas” Kuratko (citado por Romero, 2010)
El Monitor Global de Emprendimiento (GEM por sus siglas en inglés), ofrece desde el año 2003 un informe sobre el emprendimiento de cada país bajo un minucioso estudio estadístico. En el 2010 fue la última vez que Venezuela participó en éste y para el momento, ya era parte de los 54 países donde este Monitor hacia vida año tras año, impulsando y otorgando herramientas para que los emprendedores hagan vida en cada una de las naciones según el contexto socioeconómico y cultural.
En el caso de Venezuela, el estudio lo llevó a cabo la empresa Datanálisis, y el estudio reveló que la Actividad emprendedora temprana (TEA en inglés) en el país es supremamente alta (ocupando la octava posición a escala global con un 18,66%) sobre todo cuando la causa para emprender es por necesidad y sobre esto el GEM determina que “los países con menores ingresos presentan una alta actividad emprendedora en su mayoría por necesidades y no por oportunidad”.
Es importante destacar que el estudio determinó que en Venezuela son muy pocas las empresas que logran superar los 3 años de establecimiento pese a la gran motivación o impulso innovador que el emprendedor posea, y esto es conocido como Mortalidad infantil de las organizaciones. Este factor es regido tal vez por falta de habilidades de los emprendedores para identificar y explotar oportunidades, administración de recursos, equipo de trabajo y manejo de entorno y regulaciones.
Esto, es algo que en cualquier campo del emprendimiento se puede presentar, y al respecto Rangel (2014) estableció que: “los nuevos emprendedores cuentan con pocas herramientas para desarrollar la creatividad, generar ideas novedosas y llevarlas a la realidad”.
Y es aquí, donde la creatividad puede ser un factor que, junto con la innovación y el marketing, de saber plantearse y transformarse en realidades tangibles determinen el éxito de un emprendimiento. Rangel añade en su estudio que “existe una alta preferencia de los emprendedores venezolanos por establecer sus negocios en el sector terciario (servicios y comercio), específicamente alimentos y víveres, comercio de textiles y cosas de hogar, y telecomunicaciones y acceso a Internet”.
El empresario innovador venezolano según Rangel “tiene pasión por los aspectos técnicos de su actividad, procura la formación de su recurso humano, tiene una visión estructurada sobre las capacidades y actitudes, así como honestidad e incluso romanticismo”.
El proyecto, “Emprendimiento creativo de marcas”, nació de la curiosidad por conocer y apreciar el trabajo de los diseñadores venezolanos, en especial de la ciudad de Mérida, localidad que además de contar con la Escuela de diseño gráfico de la Universidad de Los Andes, es reconocida a nivel nacional e internacional por sus altos niveles de emprendimiento en diversos sectores a través de marcas que ofrecen productos de alta calidad y variedad.
Para saber si un identificador de marca es realmente bueno o simplemente identifica existen diversos modos de evaluarlos, entre ellos, los catorce parámetros de alto rendimiento planteados por Norberto Chaves y Raúl Belluccia en su libro “LA MARCA CORPORATIVA” (2003), con los cuales se logra analizar un identificador de marca desde el punto de vista sintáctico, semántico y pragmático, siendo así ideales para ser aplicados en las marcas de productos textiles de la ciudad de Mérida que forman parte de la presente investigación. estos autores hacen énfasis en que un diseñador de comunicaciones visuales con formación académica adecuada, debe ser capaz de evitar los identificadores gráficos estándares, siempre se debe buscar ir creativamente un paso más adelante y no simplemente imitar o generar creativamente algo más del montón.
Por ello, estos 14 parámetros lo que buscan en esencia es evaluar y promover la creación de signos gráficos pertinentes, con alta calidad más que gráfica, con calidad estratégica y de diferenciación, en especial en un mundo donde cada vez son más las marcas que existen y que la diferencia aunque muchas veces la sociedad no lo note, la manera en que un ente se comunica con su sistema de identidad a su público objetivo puede hacer o no que el proceso de comunicación sea un éxito y la marca logre su cometido.
Así pues, elementos sencillos a tomar en cuenta al momento de generar un identificador como: condiciones de lectura, tiempo de vida útil de los signos, condiciones de reproducción física, entre otros, son los que de manera formal reciben un nombre, según Chaves y Bellucia. La fase investigativa del proyecto, se basó en el análisis de 20 marcas de productos textiles de la ciudad a través de los 14 parámetros mencionados anteriormente y, es importante destacar que en líneas generales cada una de las 20 marcas participantes en el estudio tienen un potencial creativo de gran escala, y que representan a nivel regional, nacional e incluso internacional, ejemplos a seguir en su sistema de negocio, marcas con productos de calidad y servicio y que se preocupan por invertir en la gestión y manejo de sus sistemas de identidad, pese a que en algunos casos en particular los sistemas gráficos aplicados no sean lo más apropiados o no existe un tratamiento de imagen adecuado para el ente en particular lo que genera problemas de comunicación.
Los 20 emprendimientos participantes en el estudio representan una pequeña pero importante muestra de la gran cantidad de marcas de este tipo y otros sectores con alto potencial en la región, destacando que en su mayoría las marcas estudiadas han sido creadas, gestionadas o dirigidas por diseñadores egresados o estudiantes de la Facultad de Arte de la Universidad de Los Andes o carreras afines como Artes Visuales, Diseño Industrial o Arquitectura, e incluso institutos profesionales como el Antonio José de Sucre, generando importantes aportes a la historia del diseño gráfico contemporáneo de la región.
La creación de empresas caracterizadas por su valor creativo es amplia en todo el país, pero poco se reseña y se documenta sobre esto, dejando un gran vacío dentro de la historia del país y específicamente de la ciudad de Mérida, en especial en cuanto a diseño se refiere, por lo que se considera relevante registrar la influencia del comunicador visual en la creación y gestión de marcas de productos, investigando, recopilando y analizando la mayor cantidad de información relacionada con el universo marcario de estas empresas, para proporcionar un material de referencia histórica que haga un modesto aporte a la cultura marcaria y el comunicador visual en la región.
El registro de la historia del diseño gráfico contemporáneo es un tema en el que hay que seguir ahondando, entendiendo que a través de elementos comunicacionales como el catálogo producto de la presente investigación, se generan significativos aportes sobre la documentación de los casos en concreto que en la actualidad influyen directamente sobre la sociedad de manera positiva y que a través de sus propuestas creativas representan el ahora del diseño gráfico en la ciudad de Mérida y concretamente de Venezuela.